Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
HISTORIA NATURAL Y MORAL DE LAS INDIAS



Comentario

CAPÍTULO XXIV


Por qué razón no se puede averiguar bien el origen de los indios



Pero cosa es mejor de hacer desechar lo que es falso del origen de los indios, que determinar la verdad; porque ni hay escritura entre los indios ni memoriales ciertos de sus primeros fundadores, y por otra parte, en los libros de los que usaron letras tampoco hay rastro del Nuevo Mundo, pues ni hombres ni tierra, ni aún cielo les pareció a muchos de los antiguos que no había en estas partes, y así no puede escapar de ser tenido por hombre temerario y muy arrojado, el que se atreviere a prometer lo cierto de la primera origen de los indios y de los primeros hombres que poblaron las Indias. Mas así a bulto y por discreción podemos colegir de todo el discurso arriba hecho, que el linaje de los hombres se vino pasando poco a poco hasta llegar al Nuevo Orbe, ayudando a éstos la continuidad o vecindad de las tierras, y a tiempos alguna navegación, y que este fue el orden de venir y no hacer armada de propósito ni suceder algún grande naufragio, aunque también pudo haber en parte algo de esto; porque siendo aquestas regiones larguísimas y habiendo en ellas innumerables naciones, bien podemos creer que unos de una suerte y otros de otra se vinieron en fin a poblar. Mas al fin, en lo que me resumo es que el continuarse la tierra de Indias con esas otras del mundo, a lo menos estar muy cercanas, ha sido la más principal y más verdadera razón de poblarse las Indias; y tengo para mí que el Nuevo Orbe e Indias Occidentales, no ha muchos millares de años que las habitan hombres, y que los primeros que entraron en ellas, más eran hombres salvajes y cazadores que no gente de república y pulida; y que aquéllos aportaron al Nuevo Mundo por haberse perdido de su tierra o por hallarse estrechos y necesitados de buscar nueva tierra, y que hallándola comenzaron poco a poco a poblarla, no teniendo más ley que un poco de luz natural, y esa muy escurecida, y cuando mucho algunas costumbres que les quedaron de su patria primera; aunque no es cosa increíble de pensar que aunque hubiesen salido de tierras de policía y bien gobernadas, se les olvidase todo con el largo tiempo y poco uso; pues es notorio, que aun en España y en Italia, se hallan manadas de hombres que si no es el gesto y figura, no tienen otra cosa de hombres; así que por este camino vino a haber una barbariedad infinita en el Nuevo Mundo.